Epistolario
Hezekiah, Miembro del Círculo
Interior, Conocedor de los Secretos,
Azote de las Mentes
Su antiguo nombre ya no tiene importancia.
Fue uno de los elegidos para unirse
a los Marines Espaciales, uno de
los héroes planetarios que
reclutaron los Ángeles Oscuros.
Durante los Ritos de Iniciación,
demostró su gran poderío
psíquico, algo que lo llevó a
emprender su carrera hasta llegar
ser un marine espacial al margen
de sus compañeros. Su aptitudes
eran buenas, pero donde más
destacaba era en la concentración
mental, ya que superó notablemente
incluso las pruebas más extremas
para la psique humana. Gracias a
su gran arraigo en las antiguas leyendas
de su planeta y a la buena aceptación
de las liturgias del Capítulo,
su carrera fue más próspera
de lo que suele ser para los aspirantes
a psíquicos.
Cuando su formación terminó, ingresó en el Librarium. Apadrinado
por los bibliotecarios del Capítulo, comenzó su labor como léxico,
intercalándola con misiones en el campo de batalla. Hezekiah no sólo
era firme mentalmente, sino que dominaba las artes combatibas con gran destreza.
Pronto se le concedió equipo para psíquicos, como la capucha psíquica
y amplificadores de voluntad. cada misión en la que participó fue
un éxito en mayor o menor medida, Hezekiah era cada vez más reconocido
y laureado. Su armadura iba siendo ornamentada cada vez más y más,
y su túnica portaba innumerables sellos de pureza y valor. En su crecimiento
como Hermano de batalla, la historia de los Ángeles Oscuros iba siendo
inculcada cada vez más profundamente. Aprendió con premura a usar
su capucha psíquica para inundar la mente de los oponentes de una eterna
oscuridad y escudriñar su mente para buscar signos de debilidad.
Sus conocimientos y sus habilidades en combate hicieron de él un marine
reconocido en la batalla y valioso dentro del Librarium. Pronto alcanzó el
título de Codiciario. Numerosas veces fue convocado por el Capellán
Interrogador Hebron al combate y a los interrogatorios. Éste último
fue el que recomendó a Hezekiah para entrar en el Círculo Interior.
Conoció perfectamente la traición que se llevó a cabo hace
tanto tiempo. Hezekiah aceptó este hecho y lo digerió. Rezaba a
diario por las almas de los caídos en combate, oraba liturgias de odio
y destrucción para sus enemigos y elevaba alabanzas al Emperador; mas
no había mención en sus oraciones para los Caídos, ni siquiera
odio, pues el odio era un sentimiento, algo que no albergaba para los traidores.
De todas las batallas que se han archivado en holovídeo de los servocráneos,
la más importante para Hezekiah fue la que concedió el ascenso
a Epistolario. No sólo fue recompensado con ese título, sino que
fue bendecido como portador de la Armadura Oscura.
En la campaña Gross, el regimiento del Señor Zaal fue emboscado
por las fuerzas caóticas de la Legión Alfa. Rodeados por los traidores
y por cultistas, el regimiento tomó como punto de defensa una pequeña
cuidad en ruinas. Pudieron refugiarse en un complejo industrial donde enviaron
la órden de rescate inmediato. Muchos de los soldados preferían
no huir y resistir a cualquier precio, se oían gritos de valentía
y fiereza "¡ La muerte con honor es servirle a Él y al Primaraca!".
Zaal abogó por la cordura. Él también era consciente de
que un rescate desagradaría a sus guerreros, pero no podía arriesgar
el equipo que portaban. Hezekiah se mantuvo tranquilo, puesto que quería
guardar fuerzas y concentración para la batalla.
La combate comenzó. Los alocados cultistas penetraban en las fábricas
y eran rápidamente eliminados, sin embargo los traidores eran más
sutiles. Buscaban los puntos débiles de las formaciones de defensa, incluso
llegaban al combate directo, donde eran eliminados por Zaal o Hezekiah marcialmente.
Cuanto mayor era la afluencia de enemigos al complejo, con más fuerza
sonaban las liturgias en un esfuerzo de que no fueran ahogadas por los chillidos
heréticos.
En el momento en el que más rodeados estaban, Hezekiah descargó su
poder, y como una gran onda espansiva invisible azotó las mentes de cada
enemigo pero... algo sucedió. Hezekiah comenzó a avanzar hacia
el enemigo con los ojos perdidos entre la marea caótica. Su arma psíquica
estaba iluminada de energía disforme. Cuando se sentía rodeado,
azotaba de nuevo a sus enemigos y estos caían de rodillas entrando en
la locura. Los Ángeles Oscuros comenzaron a avanzar, inspirados por su
Señor y por el valor de Hezekiah.
Detuvo sus pasos. En medio del avance, la figura de un príncipe demonio
se entrevió en la muchedumbre. Grandes cuernos, la armadura adornada con
multitud de símbolos del Caos, un gran hacha a dos manos con un gran ojo
en ella... su respiración era muy fuerte, de su boca salía un vaho
púrpura y sus ojos... no tenía ojos. Desplegó sus grandes
alas, alzó el gran hacha y cargó rabioso contra el bibliotecario.
El escudo tormenta bloqueó el primer ataque, el segundo, el tercero cercenó de
su armadura una hombrera. Hezekiah respondió al ataque, pero el demonio
era rápido y bloqueaba sus más duchos ataques. Las cabezas de los
traidores volaban a su alrededor, ya que sus hombres cuidaban de que no fuera
vilmente atacado por la espalda.
Dos veces el demonio hirió a Hezekiah, a punto estuvo de acabar con la
determinación de éste. Con los ojos vueltos por el dolor, su alma
se elevó hacia sus antiguas creencias, tuvo la visión de sus antiguos
dioses junto al Primarca... ¿o eran lo mismo? Activó al máximo
sus conductos psíquicos y en un esfuerzo sobrehumano, impulsó esta
imagen sobre el demonio. Tal fue la intensidad del pensamiento, que tomó la
forma de una gran aparición disforme. Ésta fue a impactar sobre
el pecho del príncipe demonio, a quien le fue inútil intentar bloquearlo.
Tras el ataque mental, el señor del Caos quedó aturdido, mas pensó que
ese debía ser un momento de flaqueza para su oponente, herido y agotado
mentalmente. En una de sus estocadas, Hezekiah esquivó a la izquierda,
amagó a la derecha, rompió su defensa e introdujo el arma psíquica
en el costado del líder de la Legión Alfaa través de la
armadura corrompida, cortando una de sus alas y cercenado su mano zurda. El demonio
gemió de dolor y se desvaneció tras el ataque psíquico que
recibió de la alabarda. La hidra fue abatida.
Esto confundió tanto a los traidores que empezaron a retirarse, no seguros
de su victoria, al menos momentáneamente hasta que se reagruparan y comenzarán
el siguiente ataque. Extrañamente, Hezekiah comenzó a correr tras
los enemigos, a lo que Zaal reaccionó ordenando a sus tropas que lo cubrieran.
No dudaba de las intenciones del Bibliotecario, pero sí de su seguridad.
Estaba malherido. Tras acabar con algunos retrasados, Hezekiah invocó de
nuevo a la entidad disforme, la cual quemó a multitud de cultitas y que
acabó explotando en la espalda de unos de los marines espaciales del caos,
lanzándolo por los aires y arrancándole una pierna. Cuando Hezekiah
llegó donde había caído aquel traidor, se arrodilló junto
a él, tocó su rostro y se volvió a levantar. Avisó a
Zaal. Era "uno" de ellos. La unidad de rescate llegó pronto.
Efectivamente, Hezekiah al usar sus poderes psíquicos, escudriñó en
la mente de todos los enemigos y halló sin quererlo el oscuro pasado de
uno de los Caídos, al que decidió perseguir. El enfrentamiento
con el príncipe demonio fue fortuíto.
Al presentar el informe, se convocó al Círculo Interior, donde
siguieron el protocolo pertinente con el Caído. Hezekiah había
potenciado sus poderes tanto que el Librarium entendió que debía
ser ascendido a Epistolario. Mas por su captura, fue recompensado con la Armadura
Oscura, una de las armaduras reliquias del Capítulo, llevada sólo
por aquellos que había capturado a algún Caído. Se trata
de una armadura manufacturada con los mismos materiales con los que se crearon
los antiguos muros de la Fortaleza de la Orden, del mismo material del que estaba
hecha La Torre de los Ángeles. Tiene apariencia de mármol y es
de color verde muy oscuro y profundo, el cual sustituye al tradicional azul de
todo Librarium.
Fue bautizado como Azote de las Mentes, el portador de la Armadura Oscura.
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